jueves, 9 de julio de 2009

Define tus motivos para iniciar el Camino

Hola caminantes,

Después de todos estos rollos que os mete el Administrador web, me quedo pensativo y creo que ha llegado el momento de empezar a mojarse con las opiniones personales. Vamos a solicitar la participación de los peregrinos...

Y diga por lo que más quiera, motivos por los que hace el Camino de Santiago. 1, 2, 3, responda otra vez...

Por ejemplo:

1) Motivo religioso.
2) Motivo espiritual.
3) Una promesa por cumplir o cumplida.
4) Para hacer turismo por las Rías Bajas.
5) Para ver si ligo y encuentro a mi media naranja.
6) Para ver si cambia mi vida de una vez por todas y veo una luz que me dice qué hacer.
7) Para hincharme a marisco y alpitracarme de Albariño y Estrella de Galicia.
8) Por hacer deporte, senderismo, o simplemente el/la cabra.
9) Para ponerme morenit@ y volver hecho un conguito (moren@ no se, pero negr@ vas a llegar a casa).
10) Para conseguir una indulgencia plenaria e ir al cielo directamente.
11) Llenar la credencial de firmas y sellos (sobre todo si son de bares)
12) Para no dar explicaciones en casa de porqué no me cambio de ropa todos los días.
13) Quiero compartir una experiencia extraordinaria con mis mejores amigos.
14) Pretendo tirar a saco y dejar a todo el mundo que vaya lento en el primer albergue.
15) Acudo voluntariamente al Camino o forzado por el "cansineo" de los compañeros -el blog no cuenta-.
16) Tengo ganas de gresca y voy a ser el que la líe en todos los albergues.
17) Prometo quejarme de todo y/o ser la bestia roncadora.
18) Porque voy a ser diplomático, trabajaré en equipo y confiaré plenamente en la cohesión del grupo.
19) No me convence ninguna, pero estoy todavía pensando si seré capaz de llegar a Santiago.
20) En realidad, todas las anteriores.
21) Ir al camino de Santiago Portugués del Norte ?? pero de que va este blog?? :S

Participa y a continuación escribe aquí las razones por las cuales te has apuntado a hacer esta aventura.

El Camino de Santiago es un camino de Peregrinación. "Dios ayuda y Santiago" (D.A.Y.S.I.) que rezaría la credencial.

Sólo os pido una cosa, chic@s

Nuestro principio es hacer que el Camino se convierta en una experiencia inolvidable, mirando siempre para el interior sin olvidar que hay que lograr un objetivo común, y que sólo se considerará que el camino es un éxito cuando el grupo haya conseguido ese objetivo
dejad los individualismos, esto no es la Champions, ni el Tour de Francia.

Vereis qué bien nos los vamos a pasar!!!

Se trata de compartir, de conocerse mejor y de sacar lo mejor de cada uno para darlo a los demás, aunque algún roce puede que surja y se pierdan los ánimos, recordad que el diálogo y la buena voluntad hacen que todos los malos rollos se superen. Nada de encastillarse en uno mismo y ponerle el "ignore" a los compañeros.

Saldremos con una amistad mucho más reforzada. O no?

Vacaciones peregrinas (II)

Dejando atrás Arcade y Pontesampaio, el Camino nos llevará por un sendero de montaña con la ría de Vigo a la vista. Pasarás por aquí. Foto de FreeCat

El Presupuesto, gasto en alimentación, albergues
El esfuerzo económico, más en los tiempos que corren, es otro elemento a tener en cuenta. El gasto por pernoctar en un albergue puede cifrarse en una media de cinco o seis euros, si se incluyen albergues privados, públicos y parroquiales, ya que el precio en estos últimos es inferior. A ello se suman los gastos en comida, cena y bebida. Además, hay que añadir un suplemento por el resto de gastos que origina el Camino, como el uso de la lavadora y secadora en los albergues, la visita a algún monumento, compras imprevistas, etc. En total, el coste medio es de 30 euros al día.

Cuidado con los excesos los primeros días
Recorrer etapas largas y a buen ritmo los primeros días surte el mismo efecto que sacarse el carné de conducir, comprarse un Ferrari y ponerlo a 200 kilómetros por hora a la salida del concesionario. El riesgo de accidente, en nuestro caso lesión, rondará el 100 %. El refrán "camina como un viejo y llegarás como un joven" es el mejor consejo que puede recibir un peregrino profano. Durante las tres primeras jornadas, si no se está acostumbrado a caminar con peso, no es recomendable recorrer más de 20 kilómetros al día.
Aunque algunos deportistas puedan atreverse a superar estos límites existe el riesgo constante de "romperse" siendo víctimas de las temidas tendinitis.
Las más frecuentes son las del tendón peroneo y las del talón de Aquiles. Para prevenir posibles lesiones hay que realizar una sencilla tabla de estiramientos antes de andar y al finalizar el ejercicio. Las partes del cuerpo que más sufren son los pies, los tobillos, las piernas, la espalda y los hombros.

Los albergues
Públicos, parroquiales o privados, los albergues de peregrinos son una más de las numerosas señas de identidad del Camino de Santiago. En los últimos años se han construido de acuerdo a la gran afluencia de visitantes, el portugués está considerado de los mejores adaptados y acondicionados.

En casi todos estos alojamientos, salvo en algunos privados, no está permitida la reserva y se ocupan según el orden de llegada, liderando las prioridades quienes hacen el recorrido a pie, seguido de quienes lo transitan a caballo o en bicicleta. Para alojarse en ellos es indispensable portar la credencial. La estancia se limita a una noche, salvo por enfermedad o fuerza mayor.

Buena alimentación
El desayuno debe ser completo, a base de cereales, lácteos, zumo y fruta. Durante la marcha es necesario tomar agua o bebidas energéticas cada hora y no esperar a tener sed. No hay nada mejor que la fruta, los frutos secos, las barritas de cereales y el chocolate para reponer el gasto calórico. Caminar con el estómago lleno no es saludable. La comida más importante del día hay que hacerla al final de la etapa y, si la jornada se alarga y es necesario comer durante la marcha, conviene optar por un bocadillo o un plato ligero de pasta o verdura.

Extraído y adaptado de consumer.es
Vacaciones peregrinas

Vacaciones peregrinas

Peregrinos saliendo de Tuy próximos a la Capilla de la Virgen del Camino. Pasarás por aquí. Foto de FreeCat

Documentarse antes de salir de casa, realizar un entrenamiento físico adecuado, cargar con lo indispensable y alimentarse bien durante la peregrinación son las claves para disfrutar y llegar a Santiago en buenas condiciones.


Con la llegada del verano, el Camino de Santiago, cuyas sendas ya desperezaron de su letargo después de Semana Santa, se prepara para acoger a miles de peregrinos. Los más aventureros aprovecharán sus días de fiesta para preparar los bártulos y encaminarse hacia Santiago de Compostela donde, según reza la tradición, yacen los restos del Apóstol Santiago el Mayor. En estas vacaciones no tienen cabida ni el lujo ni el descanso físico. Sin embargo, los interminables kilómetros transitados por peregrinos de todo el mundo constituyen el mejor remedio contra el estrés.

Desde el hallazgo del sepulcro, hace cerca de 1.200 años, millones de peregrinos venidos desde todos los confines de la Tierra han acudido a la llamada del apóstol a través de un viaje que, para la mayoría, termina por convertirse en una búsqueda interior y en una experiencia para toda la vida. Lejos de remitir, la afluencia de peregrinos, ya sea a pie, en bicicleta o a caballo, no cesa de crecer.

De acuerdo a los datos estadísticos que ofrece la oficina de acogida al peregrino, en 2008 fueron 125.141 las personas - frente a las 114.026 de 2007 - que recibieron la Compostela, el certificado que acredita que se han realizado, al menos, los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo o los últimos 200 en bicicleta.

El Camino de Santiago, además, se prepara para la afluencia masiva del año 2010, último Año Santo antes del 2021. Los dos últimos Años Santos, 1999 y 2004, atrajeron a 154.613 y 179.944 peregrinos.

Además de prepararse físicamente para afrontar la ruta, (ya lo hemos hablado bastante) practicando senderismo con tiempo y llevar consigo el calzado habitual y la mochila cargada con peso.

La planificación previa y la buena elección del equipamiento calzado y mochila son los ejes fundamentales.

Botas o zapatillas
Nos encontraremos con todo tipo de suelos, el asfalto, el hormigón, la zahorra de las pistas agrícolas, la incómoda gravilla, los suelos terrizos, arcillosos o calizos, etc. Tal disparidad origina serias dudas en la elección del calzado que mejor se adapte a todas y cada una de las superficies descritas. Se necesita un calzado ni muy ligero ni muy pesado, que sea flexible y que aporte una buena estabilidad. Todas estas características las reúne el tipo de zapatilla que utilizan los corredores que compiten en las carreras de montaña. Se conocen como zapatillas de trail (a partir de 80 euros). Son más ligeras que las botas de senderismo y aportan mayor flexibilidad y amortiguación. La suela es más resistente y soporta mejor los impactos que la de una zapatilla para correr convencional. El tejido impermeable y transpirable Gore-Tex evitará que se moje el pie y evacuará el sudor al exterior, recuerda también que algo se te puede recalentar o recocer.

La mochila
Su capacidad debería rondar entre los 40 y 50 litros y su peso, una vez llena, no debería superar el 10% del peso del caminante que la porte. Por ejemplo, una persona de 70 kilos deberá cargar una mochila de entre 7 u 8 kilos. Todo el peso que rebase esta cifra pasará factura, tras varios días, en forma de rozaduras, sobrecargas o contracturas musculares. Sus costuras deben ser fuertes, las hombreras acolchadas y debe contar con un sistema que permita su regulación según la altura de cada usuario. La funda impermeable es imprescindible para cubrirla en días de lluvia.

Viajar con lo indispensable
La provisión de ropa dependerá de la época, pero, además de lo puesto, hay que llevar en cualquier caso:
- Un saco de dormir ligero. Salvo contadas excepciones, en primavera y verano no hace frío dentro de los albergues - además allí hay mantas - así que es inútil cargar con un saco pesado ideado para dormir en el exterior a temperaturas bajo cero. - Una cantimplora de un litro.
- Un par de mudas, calzoncillos o braguillas (recordad que podeis hasta ligar y todo).
- Dos pares de calcetines de senderismo.
- Un par de camisetas de poliéster, una de manga corta y otra de manga larga (nunca de algodón, ya que no transpiran y tardan en secar).
- Pantalones de senderismo convertibles.
- Una sudadera, un chubasquero ligero o cortavientos y un poncho para la lluvia.
- Una visera o un gorro que proteja el cuello.
- Una toalla, aunque mejor una gamuza de secado. Están fabricadas en poliéster y poliamida y se secan con rapidez. Se pueden encontrar en tiendas deportivas.
- Chanclas para la ducha.
- Un neceser con un cepillo y pasta de dientes, un par de pastillas de jabón que sirvan tanto para el aseo como para lavar la ropa y, para quién lo necesite, unas cuchillas de afeitar. Una navaja también es recomendable.
- Pequeño botiquín con aspirinas o ibuprofeno, crema solar de alta protección, tiritas, yodo y agujas esterilizadas para pinchar y curar las ampollas. Son muy recomendables las cremas o vaselinas para limitar la aparición de ampollas y también para evitar las heridas por los continuos rozamientos de la piel con la ropa. Si se hace el Camino en compañía, lo más sensato es llevar un botiquín conjunto y repartir el peso.
- El DNI, la Tarjeta Sanitaria, una tarjeta de crédito y la credencial del peregrino. - Imperdibles y varias pinzas para la ropa, muy útiles para secar la ropa durante o al final de la etapa.

Extraído y adaptado de consumer.es
Vacaciones peregrinas

Preparación física necesaria (II) y mental

Para una buena peregrinación hay que planificar la ruta, hacer bien la mochila y preparar el cuerpo y la mente.

Teniendo en cuenta que se recorrerá como máximo unos 20km al día por las sendas del Camino de Santiago portugués del Norte, se requiere una cierta preparación previa.
No estar acostumbrados a caminar, llevar peso sobre la espalda o calzar botas de monte puede convertir la ruta en un suplicio. Además, resultará más sencillo hacer el Camino si emprendemos un trabajo previo de recopilación de información y planificación del recorrido.

Toda persona deberá también empezar unas semanas antes a caminar unas horas cada día con el mismo calzado y echarse una mochila a la espalda con el mismo peso que piense llevar. Es conveniente además alargar la duración de las salidas hasta conseguir recorrer los días anteriores al inicio del Camino los kilómetros que nos hayamos marcado como media diaria.
En cuanto al equipaje, varía según cada uno quiera incorporar (recordad, aproximadamente un 10% de vuestro peso físico), pero hay elementos imprescindibles.

El calzado es esencial: botas de monte o zapatillas de deporte para caminar a gusto y calzado cómodo para descansar los pies (chanclas). Es necesario también llevar un saco de dormir lo más ligero posible y algo impermeable, que nos servirá para cubrir la mochila si llueve (sirve incluso una bolsa de basura) y para utilizarlo como aislante si tenemos que dormir en la calle.

Se debe llevar la menor ropa posible (las mudas se lavan cada día y se pueden secar colgadas de la mochila), de algodón, holgada y preferiblemente pantalones cortos para caminar (no demasiado porque te puedes rozar fácilmente con plantas). Un chubasquero, un gorro y un bañador son elementos aconsejables sea cual sea la época del año. Otros enseres necesarios son una navaja, una linterna, un pequeño botiquín* con el que remediar torceduras de tobillo y ampollas, y una cantimplora con agua.

* Se recomienda llevar un botiquín propio (individual, pues cada uno tiene sus cosas de salud que tratarse todos los días o las personales) y el botiquín del grupo (lo que todos pueden llegar a utilizar de forma conjunta y se reparte entre todos para aliviar el peso). Ya lo definiremos entre todos y lo repartiremos equitativamente como buenos hermanos.

Conviene planificar las etapas de antemano (tal y como se puede ver en la Guía), pensando en rutas cortas al principio, para no agotarnos, que se harán cada vez más largas. Mejor que tomarse días de descanso total, es más recomendable planear realizar algunas jornadas más reposadas en las que recorrer unos 10 kilómetros. Se puede intentar que esos días coincidan con el paso por las zonas que más nos apetezca visitar (ciudades turísticas, parajes naturales, etc.).

A pesar de que iremos en grupo bien protegidos, es muy aconsejable facilitar una copia del recorrido a un familiar cercano para que en caso de emergencia sepa localizar fácilmente nuestro paradero. Pero vamos, sabrán de sobra por dónde estaremos porque vais a llamar a casa por teléfono casi todos los días.

Además de entrenar el cuerpo, el itinerario y la mochila, no está de más preparar también la mente. Trabajar la respiración, aprender a hacer pequeñas meditaciones y estudiar la historia del camino contribuirán a mejorar nuestro estado anímico e impedir que el agotamiento nos desanime.

Que no os falte la motivación, la concienciación, la mentalización, y mucho ánimo.

Adaptado de consumer.es
Prepararse para hacer el Camino de Santiago


Preparación física (Estiramientos)

Bueno pues os dejo unos videos con una serie de ejercicios de flexibilidad que también los he visto categorizados como estiramientos, para que cojais hábito de realizarlos, porque sí, parece una tontería y es un latazo ponerse a hacerlo antes de salir y antes de parar del todo, pero creerme que es de las cosas que más os ayudarán a llevar un buen ritmo sin sorpresas...





Un saludo